¿EMBOLIZACIÓN PROSTÁTICA, QUÉ ES?
Es un tratamiento mínimamente invasivo para la hiperplasia prostática benigna (HPB) con demostrada seguridad y eficacia. A medida que la glándula prostática crece, puede disminuir u obstruir el flujo de orina desde la vejiga. Esto condiciona síntomas del tracto urinario inferior como: micción frecuente (especialmente de noche), urgencia para orinar, flujo de orina deficiente, vaciado incompleto de la vejiga.
¿CÓMO SE REALIZA EL PROCEDIMIENTO ?
Es un procedimiento que se realiza con anestesia local de forma ambulatoria, es importante tener previamente un estudio angiográfico para evaluar el sistema arterial de cada paciente. Se utiliza un equipo de rayos X, a través del cual el médico radiólogo intervencionista “navega” por el sistema arterial hasta las arterias prostáticas. El cierre de las arterias provoca una disminución importante del riego de sangre de la próstata, disminuyendo el tamaño de ésta y, por tanto, haciendo más fácil la salida de la orina.
La embolización de la arteria prostática se realiza a través de una pequeña punción en la muñeca o la ingle, localizando en ésta última la arteria femoral. Es, el abordaje realizado con mayor frecuencia, en el que se inserta un catéter a través de la arteria y se avanza hacia la próstata. Una vez que el catéter se coloca en la arteria que suministra sangre a la próstata, se procede a su oclusión o cierre, mediante unas partículas de muy pequeño tamaño, llamadas microesferas que bloquean la circulación de la sangre. El bloqueo de estas ramas se denomina embolización. El procedimiento puede durar entre una y dos horas, según la ubicación y el tamaño de las arterias prostáticas. En la mayoría de los casos los pacientes no sienten ningún dolor durante el procedimiento
Tras la embolización prostática la mayoría de los pacientes tienen una gran mejoría en sus síntomas urinarios a partir de los tres a cuatro primeros días, posteriores al procedimiento. En cuanto a los pacientes portadores de sonda urinaria, en el 80-87% ésta se logra retirar entre la primera y tercera semana después del procedimiento.
BENEFICIOS DE LA EMBOLIZACIÓN PROSTÁTICA
Entre los beneficios de este tratamiento alternativo de la hiperplasia prostática benigna, se considera la posibilidad de realizar la intervención de forma ambulatoria, pudiendo el paciente regresar a su casa a las seis horas del procedimiento. Diversos estudios han demostrado que el tamaño promedio de la próstata se reduce en apróximadamente un 30 %, lo que alivia los síntomas urinarios del paciente, preserva la función eréctil y mejora la calidad de vida en general. El éxito de este procedimiento se mide realizando estudios de imagen que miden el tamaño prostático, que incluyen desde una ecografia transrectal a otros más específicos como la resonancia magnética multiparamétrica de próstata, la medición del flujo urinario y el antīgeno prostático, así como también el puntaje internacional de síntomas prostáticos, que se obtienen en entrevista al paciente. Este proceso se ha descrito como un procemiento con una tasa de complicaciones bajas, una recuperación más rápida y una mejor preservación de la función sexual. Sin embargo, como todo procedimiento médico, no está exento de riesgos y puede causar algunas complicaciones, aunque suelen ser leves y transitorias. Algunas de las complicaciones más frecuentes son: sangrado en la orina, dolor o ardor al orinar, que se puede aliviar con analgésicos y abundante ingesta de líquidos, incapacidad para vaciar completamente la vejiga e infecciones urinarias. La embolización de arterias prostáticas surge como una alternativa segura y efectiva para pacientes con grandes volúmenes prostáticos que no son candidatos a cirugía o que no deseen operarse.
BIBLIOGRAFÍA
Revisión de los efectos adversos relacionados con la embolización arterial prostática en el tratamiento de la obstrucción vesical debida a hipertrofia benigna de próstata.
https://www.cun.es/centro-prostata/tratamientos/embolizacion-prostatica
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