¿Es únicamente una costumbre religiosa?

La circuncisión es una cirugía que consiste en quitar la piel que cubre la punta del pene o glande, conocida como prepucio. Es una técnica antigua, realizada por primera vez por los egipcios, quienes pensaban podría mejorar la higiene. Actualmente, es principalmente una tradición de los judíos y musulmanes.
Sin embargo, la circuncisión también puede ser un procedimiento netamente médico, indicado en condiciones en las que el prepucio no puede retraerse, o se inflama, entidades conocidas como fímosis y postitis, respectivamente. Recientemente, esta cirugía ha adquirido popularidad y puede ser un procedimiento electivo solicitado por los padres o el mismo paciente.
Probablemente el mayor beneficio de una circuncisión electiva es la prevención de enfermedades de transmisión sexual. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro para el control y prevención de enfermedades (CDC) han incluso designado este procedimiento como una medida eficaz de salud pública. La delgada piel que recubre el glande crea un ambiente cálido entre sus pliegues, que facilita la entrada de microorganismos. Es por ello que la circuncisión ha demostrado reducir el riesgo de infecciones por VIH y VPH hasta un 60% y 30%, respectivamente. Es importante notar que la disminución de contagio con VPH se traduce en menor riesgo de cáncer de pene.
Asimismo, las tasas de infección urinaria, inflamación del glande, y mala higiene, son notablemente menores en pacientes circuncidados.
Con beneficios tan importantes, ¿por qué la circuncisión sigue sin ser ampliamente implementada? Como cualquier otro procedimiento quirúrgico, conlleva ciertos riesgos. A pesar ser infrecuente, este procedimiento puede ocasionar infecciones relacionadas al acto quirúrgico, úlceras, fístulas sangrantes, adhesiones, e incluso amputación del glande en un 0.2% de los casos.
Existe también la creencia de que los pacientes circuncidados tienen dificultades en la práctica sexual. Sin embargo, un estudio demostró que no hay diferencia en cuanto a la función sexual, obtención del orgasmo, o erección, al compararse con hombres no circuncidados.
Los padres del niño, o el adulto pueden tomar la decisión en cualquier momento de realizar esta cirugía. Comúnmente, en los casos no religiosos, se realiza previo al alta médica luego del nacimiento. Durante los primeros tres meses de vida se puede realizar en el consultorio con anestesia local, y después de ello probablemente requiera de anestesia general.

Referencias:

https://www.uptodate.com/contents/circumcision-in-baby-boys-beyond-the-basics#H1

– Mehta KS, Marfatia YS, Jain AP, Shah DJ, Baxi DS. Male circumcision and Sexually transmitted Infections – An update. Indian J Sex Transm Dis AIDS. 2021;42(1):1-6. doi:10.4103/ijstd.ijstd_20_21

– Mehta KS, Marfatia YS, Jain AP, Shah DJ, Baxi DS. Male circumcision and Sexually transmitted Infections – An update. Indian J Sex Transm Dis AIDS. 2021 Jan-Jun;42(1):1-6. doi: 10.4103/ijstd.ijstd_20_21. Epub 2021 May 3. PMID: 34765930; PMCID: PMC8579597

– Shabanzadeh DM, Düring S, Frimodt-Møller C. Male circumcision does not result in inferior perceived male sexual function – a systematic review. Dan Med J. 2016;63(7):A5245